Fue más doloroso que un "NO".

Sabía todo y sabía que algun día podía ocurrir. Sabía que aunque quería minimizar los hechos, estos se hacian cada vez más notorios pero bueno... no quería darme por vencida antes de leer el "no".
Antes del "no" soñé, soñé y fui feliz durante varios minutos, quería sentirme un rato junto a él aunque sea imaginandolo. Me pasó algo extraño: sin saber lo que iba a leer emepecé a abrir páginas y páginas, tardé en responder aún sabiendo que el icono había cambiado de color, seguía pensando en otras cosas, mi mente sabía que tenía que responder al llamado de color pero igual no lo hacía. Yo, que siempre contesto rápido y nunca lo hago esperar, tardé en hablarle porque creo que mi corazón presentía la tristeza que en instantes iba a sentir y justo en ese momento actúo un presentimiento, ese presentimiento que no quería que yo vea lo que me iba a hacer mal. La realidad es que lo ví y aunque no recibí su "no" directamente, fue más doloroso escuchar aquello nuevo que lo hace feliz actualmente.

Todo esto me pasa porque nunca tuve la posibilidad de hablarte a los ojos y decirte que te quiero, entonces te escribo, te escribo para que algún día el viento juegue de nuestro lado y te lleve a ver esto.