Quiero un ser especial.

Lo fácil está lejos, el animarse más aún. Lo malo toca tu puerta todos los días para que puedas crecer, lo bueno tarda en llegar pero te hace feliz. Lo valioso es ser valiente y arriesgarse a perder, lo valioso es ser fuerte y salir ileso de una dura batalla, lo valioso es poder mirar hacia delante y decir: "me arriesgo, no voy a tolerar un segundo más de infelicidad" pero lo que quiero es poder pararme frente a él y decirle "te quiero para mí".
Quiero un poder especial de alguien especial que me ayude a correr contra el tiempo y me ayude a arriesgarlo todo por amor. Odio quedarme quieta y sin poder gritarle a todos que lo que quiero. Muchas veces me pregunto si acaso el amor no correspondido es una verguenza, para mi no... ¿sabes por qué? porque él se va a perder la maravillosa oportunidad de saber quién soy y lo mucho que valgo.
Me apena saber que otra oportunidad toque su puerta y la vida con mi falta de decisión me lo quieten del camino, me apena saber que puedo decirle todo lo que quiero porque tengo las palabras pero no la valentía, me apena más aún saber que él jamás me querrá tanto como yo lo quise a él y bueno... siempre hay alguien que ama más pero igual esa frase no me consuela, al contrario me ata a una realidad de sufrimiento porque siempre el más involucrado sale mucho más vencido, igual me arriesgo ya estoy en este juego.
Necesito un ser especial que me ayude a ser yo misma, necesito un motivador.

Al final, era lo mejor.

Muchas veces me puse a pensar que hubiera sido con él, llegué a pensar que la vida me castigaba porque nunca me animé a decirle cuánto lo amé pero no, me equivoqué. La vida fue muy generosa conmigo y lo que pensé triste en un momento hoy se lo agradesco a Dios y a la vida.
Soy celosa, muy celosa. Cuido lo que quiero, siempre. No me da verguenza decir que soy romántica y que siempre sufro porque mi mente es una máquina de soñar con lo imposible.
Si lo hubiera visto rodeado de chicas hubiera muerto de celos y de tristeza, está acompañad y rodeado de ellas pero no lo veo y eso duele menos. Si lo hubiera visto mirar a alguien con amor hubiera llorado en secreto y con su ida todo esto lo evité, sufrí por lo que no ví... imaginate si lo hubiera visto: hoy, ya no creería más en el amor.