Llegó.

Después de haberme resignado a no ser amada, la vida me sorprendió. Lo conocí en el lugar menos pensando y lo fui queriendo de a poco. Creo si el primer día que lo conocí me hubieras preguntado si sabía que lo iba a querer te digo jamás imaginé que iba a quererlo tanto como lo quiero. Mientras mi mente no queria dejar el pasado atrás, él iba ocupando un lugar en mi vida que ni yo notaba. Parece que muchas veces estamos ocupados pensando en lo que no vale la pena y nos olvidamos que nuestro corazón siente y no avisa cuando se enamora.
Yo no queria volver a sufrir, no queria querer a nadie más, no queria quererlo y dar todo por amor pero no pude evitarlo, pareciera que cuando no queremos enamorarnos, nos volvemos más débiles y propensos al amor. Yo no decidía pensarlo o no, simplemente sentía su perfume y él se aparecía en mis pensamientos.
Sin querer volver a amar y sufrir me enamoré como jamás lo había hecho y lo quiero como nunca quise a nadie. No quise darme cuenta que lo quería, estaba negada a darme una posibilidad. Yo, que había jurado no volver a enamorarme parecía ser contradictoria en mis decisiones.
Entre miles de sueños apareció él, tal como me lo había imaginado durante todos estos años. Ahora que lo conocí estoy segura de que todo lo que sufrí no fue en vano, me sirvió para entender que no hay nadie como él y que ya nadie podría ocupar su lugar. Parece que tuve que perder 12 años para darme cuenta que valgo la pena y que alguien puede quererme tanto como lo imaginé. ¿Quién iba a decir que yo iba a poder escribir de amor y no de desamor? Increíble pero cierto. Una vez más, la vida me sorprendió pero esta vez dejándome la mejor sonrisa. Lo amo.