Un dolor que se esconde.

Un dolor que se esconde es lo que me acompaña en mis noches de profundo pensar y desvelo, me acompaña cuando mi mente lucha demasiado para no pensarlo pero se sintió tan derrotada que abrió la puerta y éste paso sin que yo lo permitisiese.
Llevo un dolor que solo en momento claves aparece para derribar mi muro de sentimientos imposibles de olvidar, posibles de sentir. Detrás de mi mirada fuerte, algunas veces enamorada, otras veces sonriente... ahí esta él, ese dolor que no me deja despegar.
Éste, sin dudas es la valija más pesada. Mi fortaleza trata de demostrar que superé mi pasado, mi desinterés es una gran mentira: es la mejor mentira que pude formular durante todos estos años ¿sabés porqué? porque no quiero que me vean llorar y sufrir, prefiero tener el corazón oprimido a punto de estallar y no decirle a la gente: "si, estoy sufriendo. No lo pude olvidar. No me perdono haberlo perdido. No me perdono dejarlo ir cada vez más lejos. No me perdono no olvidarlo. No me perdono no haber sido lo suficiente para él. No me perdono no ser feliz con todo lo que tengo."
TERMINO aquí el 2010 pudiendo decirte que no soy completamente feliz, que lloro en secreto, que me consuela ver reir a alguien a causa de mis locuras dialogales (no se si existe esta palabra) y que soy una más que día a día sufre el amor no lo correspondido.