No dice nada, ni siquiera NO.

La razón sin razón de la cual callamos, el miedo. El miedo a un "no" o el miedo a "lastimar con las palabras", ese es el abismo que nos separa.
La incomunicación fue, es y será la gran protagonista de nuestra historia, si todavía puedo decir "nuestra" porque ya nada nos une inclusive creo que nunca nada nos unió. Yo dí demasiado sin esperar nada a cambio y no aguenté más porque aunque la reiterada escusa de "el hombre no se da cuenta de las cosas, necesita madurar más" me hizo tratar de comprenderlo por mucho tiempo ahora es lo que me hace querer alejarme de él, no puedo vivir solamente con eso.
Yo necesito que me quieran y que me valoren y sus acciones solo me demostraban desinterés. Todavía me perturba en la cabeza su poca hombría y su poca decisión, HUBIERA PREFERIDO ESCUCHAR EL NO y no vivir atada a una ilusión que no tenía sostén de ser.

"No dice nada, ni siquiera NO".