Costumbres.

Me había acostumbrado a ser la que para sus ojos pasaba desapercibida.
Me había acostumbrado a dar y no recibir.
Me había acostumbrado a estar conforme con sus actitudes, aun asi cuando me dolían.
Me había acostumbrado a escuchar y no ser escuchada.

Hace dos meses empecé a pensar que lo malo tiene que dejar de ser costumbre y si esas costumbres no facilitan mi forma de vivir tengo que dejarlas atrás, no puedo vivir de tristes costumbres. No es costumbre que no te quieran, que no seas correspondida.
Siempre que tu pasado se aparesca por la derecha, acostumbrarte a doblar a la izquierda... ¿para qué toparte con una realidad que en su momento te hizo sentirte menos?. Que no te quiera él, no te hace menos. Vos te haces menos si no te das la oportunidad a querer a otro y de buscar que te quieran de igual forma.
Vos elegís dónde doblar, tomáte tiempo para pensar en las malas costumbres que te hacen elegir doblar en dirección contraria. No te acostumbres a un "te quiero", busca el "te amo".